Desde que a Jacob le diagnosticaron autismo severo a los 3 años, sus padres, Carlos y Carolina, han trabajado incansablemente para brindarle las terapias, el apoyo y el cuidado que necesita para crecer y prosperar.

Como muchas familias, se han enfrentado a recursos limitados. El seguro médico no cubre tratamientos innovadores, y los programas públicos a menudo carecen de los servicios personalizados y la diversidad de atención que necesitan los niños neurodivergentes como Jacob.

Pero hay una esperanza real.

Un protocolo médico en Panamá ha demostrado excelentes resultados con niños con afecciones similares. El tratamiento consiste en un programa de ocho semanas en la Ciudad de Panamá, donde Jacob recibirá las siguientes terapias: trasplante de microbiota, trasplante de células madre mesenquimales y tratamiento con MeRT, que consiste en estimulación magnética para ayudar a regular la actividad cerebral.

Jacob ha sido aceptado para comenzar este tratamiento, pero requiere una inversión inicial de $60,000 . Esta cantidad cubre terapias intensivas, supervisión médica y una estancia de dos meses con sus padres.

Para hacer esto posible, creamos la fundación Una Voz para Jacob , con la misión de apoyarlo en este proceso y, en el futuro, ayudar a otros niños que viven con autismo severo.

Nuestra familia —la familia Cruz, reconocida en Perth Amboy, Nueva Jersey, desde hace más de 45 años— siempre ha participado activamente en la comunidad. Hoy, humildemente, les pedimos su apoyo.